1810-2010
ANECDOTA DEL LIBERTADOR
En la vida de hombres como Simón Bolívar abundan los hechos curiosos. Anécdotas hay muchas; algunas semejan leyendas inverosímiles, otras, aunque simpáticas resultan dignas de crédito, en tanto que unas cuantas son falsas y no faltan las que resultan calumniosas. Entre la enorme cantidad de circunstancias y relatos relativos a su vida y a su obra hemos seleccionado unas cuantas que en algo reflejan su personalidad.Sus detractores le apodaban “Chorizo”, por aquello de la mezcla de carnes en tal embutido y como una forma de aludir presuntos antecedentes mestizos.
Luego de la derrota sufrida en Venezuela en 1813, Bolívar se dirigió a la Nueva Granada; cuenta la tradición que de paso por Santa Rosa de Viterbo quiso comprar una yegua; el propietario del animal, le comentó que no la vendía por miedo a perder la cría, que de acuerdo con Casilda, su mujer (apodada “la agorera”), estaba destinada a un gran líder, conforme le había sido anunciado en un sueño. Pasados cuatro años, durante el combate del Pantano de Vargas, Casilda se acercó al general y le regaló el caballo Palomo que no era otro que el potro del oráculo. No existe base documental para sostener esta historia, pero sabemos que el Palomo acompañó a Bolívar por muchos años y se destacó por su nobleza. Tan calificado estaba, que tiempo después fue obsequiado por el Libertador al general Santander como prenda de gratitud. Infortunadamente para Santander, el caballo murió pronto sin llegar a servir como reproductor.
PARA QUE TE RIAS...
Días antes de la batalla Bolívar había pasado por Tutasá y había admirado la imagen de madera tallada venerada en esa población. Señala la tradición que en un momento de riesgo el futuro Libertador invocó a la Virgen y al no recordar el nombre del poblado exclamó:
“Virgen de donde hacen tiestos, dame la victoria.”
La copla popular recuerda este hecho así:
“No olvides Señora Que en Vargas triunfó Bolívar que humilde Tu auxilio imploró.”